La Vega de Ario

Picos de Europa es un universo alpino en miniatura, pero resulta que es una miniatura bastante grande, y si no sólo hay que ponerse a pisarlo para darse cuenta.

Las rutas que atraviesan sus tres macizos nos permiten adentrarnos en un territorio duro, en el que manda la geología y donde la vegetación hace muchas veces a penas un tímido acto de presencia.

Aquí voy a presentar una ruta hasta el Refugio de Vega de Ario, desde los famosos lagos de Covadonga hasta la Vega de Ario, como quien dice en un balcón sobre la igualmente famosa Garganta del Cares.

Uno de los postes indicadores del sendero.

La llegada al refugio de Vega de Ario.

La ruta corresponde al sendero PR-PNPE-4 y está bastante bien señalizada, así que recorrerla es a penas no ser tan torpe como para perderse. Así pues, en lugar de enrollarme sobre cómo se va allí, haré simplemente unos comentarios y colocaré unas cuantas fotos sobre esa ruta, para que hablen por si solas.

Aunque nosotros comenzamos (por necesidades de aparcamiento) en el lago Enol, en realidad la ruta podemos considerar que comienza en el lago de la Ercina. Desde el pequeño aparcamiento se toma dirección SE atravesando la campa del lago hasta encontrar el sendero al pie de los cortados que hay frente a nosotros. Se pasa por las cabañas del Brazu y se sigue el sendero, bien marcado, que a través de un collado nos lleva a las cabañas de las Bobias. Cerca de aquí se haya la única fuente del camino, detrás de un abrevadero de ganado.

 
El inicio de la ruta: Lago de Enol.

Las cabañas de las Bobias.

El camino sigue en dirección SE, subiendo hasta el Collado de los Jitos. Nada más cruzarlo el camino gira hacia el Norte y comienza a llanear, y al poco se divisa ya el refugio, en la parte alta de la Vega de Ario.

Son tres horas largas de subida casi continua hasta el Collado de los Jitos, pero la vista y el acogedor refugio, y especialmente sus acogedores guardas, resultan un premio que lo justifica.

Frente al refugio el pico Jultayu domina el panorama con sus casi 2000 metros. A su izquierda se abre como un abismo el valle del Cares. Parece increíble que entre nosotros y los picos de enfrente (Torre de la Celada, Torre Cerredo y Pico de los Cabrones, de 2500-2600 m) haya un valle tan profundo. Se ven como si estuvieran al lado mismo, ya que en realidad están apenas a 8 km en linea recta. 

Caminando hacia los Jitos.

Al atardecer la niebla se metió por el valle del Cares, y nos dio unas vistas espectaculares, como espectacular fue también la anochecida, que hizo que lo picos del macizo central adquieran un hermoso color rojizo.


Niebla en la Garganta del Cares.

Anochecer en Ario.

Unos cuantos consejos prácticos. En agosto sólo se puede acceder a los lagos en coche particular entre las 22:00 horas y las 8:30. Sin embargo si se tiene una reserva en algún refugio de montaña se puede acceder fuera de ese horario. De todos modos hay un buen servicio de autobuses desde los aparcamientos que hay entre Cangas y Covadonga hasta el lago Enol. Eso es muy valioso para posibles rutas circulares.

También hay un buen servicio de autobuses entre Cangas, Arenas y Poncebos, al menos en agosto. Eso permite un recorrido abierto, que esta vez no he hecho pero que, D.m., caerá.

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