La Cueva de Cirat

Cavidades clásicas, especialmente para la realización de cursillos y actividades de formación, hay unas cuantas, pero sin duda una que ocupa un lugar estrella es la Cueva de Cirat, en Montán (Castellón). Reúne varias características que la hacen idónea para este uso: fácil acceso, buen tamaño, alguna dificultad pero sin mayores complicaciones, interés geológico, vistosidad, variedad de formas de progresión por la cueva... vamos, que es un pequeño tesoro.


La cueva es larga, con más de un kilómetro de recorrido, con salas de buen tamaño y galerías amplias, pero también con una zona laberíntica y angosta que permite practicar ese tipo de técnicas.



Su gran boca, resultado de trabajos de minería en la misma, domina el valle, y tiene una impresionante vista que alcanza hasta el mismísimo Penyagolosa, en monte más alto de la región. Esos trabajos han conformado la galería de entrada convirtiéndola en un gran corredor con techos de más de 6 metros y una anchura de 4 a 5 metros. La forma original de la cavidad es prácticamente irreconocible, aunque se puede especular que sería una galería de buen tamaño, pero no tanto como el actual, cuyo techo (ese si que es original) muestra huellas de erosión/corrosión.




A poco de entrar arranca por la izquierda una galería que da al exterior. Algunos opinan que esta era la entrada original a la cavidad, y que la enorme boca actual es completamente artificial. Personalmente pienso que la actual boca debe coincidir con una antigua entrada, con seguridad más pequeña. Así parece indicarlo una antigua topografía de los años 50, que parece anterior a la destroza.


Tras la gran galería de entrada, un cúmulo de formaciones que incluye una gran columna cierra el paso, debiéndose realizar una trepa o subir usando medios artificiales para salvar este resalto.


Tras él la cavidad sigue entre unos estratos inclinados, que nos obligan a realizar alguna oposición. La galería perfora el estrato que hace de techo y pared derecha y da acceso a una zona de la cavidad con una morfología completamente diferente: salas ricas en formaciones, suelo con gours que con frecuencia están inundados, ...



Hay que remontar una importante colada por el lado izquierdo, y una nueva sería de salas-galería nos acerca a la zona final, el la que unos pasos inferiores dan acceso a la mencionada zona 'laberíntica': barro, gateras, etc...


Como anécdota, recuerdo que hace muchos años, creo que sería la primera vez que entré, en el fondo de una de esas gateras llenas de barro, alguien había colocado una bandera... ¿¡de la OLP!? (OLP= Organización de Liberación de Palestina). Nunca la he vuelto a ver.


Resumiendo, un cueva para divertirse, y si se quiere, para aprender geología y entender un poco la formación de las cavernas.

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