Por los cabos Vidio y Busto (Asturias)

La costa asturiana está llena de parajes que merecen ser visitados y compartidos, pero son tantos que me temo es tarea imposible.

Voy a dar aquí tres pinceladas de tres lugares: de oeste a este, el cabo de Busto, el cabo de Vidio y la playa de la Concha de Artedo. Los tres están en la costa centro-occidental asturiana y los tres merecen un paseo para verlos.

Al cabo de Vidio se accede desde la localidad de Oviñana, junto a la autopista del Cantábrico. La carreterita se va internando en el saliente del cabo, por el flanco occidental del mismo. Varios miradores invitan a pararnos para disfrutar de una excelentes vistas de la costa acantilada.


En último tramo de la carretera, justo antes del parking del faro, tenemos el mar a ambos lados, ya casi en la puntica del cabo. Desde el parking llegar al cabo es un corto paseo, que puede hacerse rodeando el recinto del faro, que está, como es costumbre, cerrado.

Comenzando por la derecha, lado este, tenemos un mirador que nos da sobre un vertiginoso acantilado de más de cien metros, formado por el desplome sobre el mar de la rasa litoral cantábrica, testigo de un antiguo nivel del mar.


El camino se mete junto a la tapia del faro y cuando mira hacia el norte, se vuelve apenas un estrecho paso entre dicha tapia y el vacío del acantilado. Mucho cuidado con el viento, un mal paso no es recomendable.




Tras ese paso estrecho, el camino recupera una anchura más normal y nos lleva hasta el cabo, prolongado en el islote Chouzano. También aquí, en un día de esos de temporal del norte, debe dar su impresión estar.




El segundo de los lugares que comentamos es el cabo Bustos. Aquí, además, tuvimos el tiempo para poder hacer una pequeña caminata por la zona próxima al cabo, lo cual nos hizo disfrutar más del lugar.


Dejamos el coche frente a la Iglesia de Busto, y desde allí tomamos en dirección este, atravesando junto a los prados y los maizales, para situarnos sobre la playa que forma la desembocadura del río Esva.


Desde allí el camino gira hacia el norte, siguiendo más o menos paralelo a los acantilados, por dentro de un bosque, que realmente hace que no veamos apenas dichos acantilados. Poco después el bosque se abre y el camino, bien acondicionado, tiene ya varios miradores sobre la costa. Nosotros tuvimos un problemilla que nos hizo regresar hacia el pueblo, para lo cual tuvimos que atravesar el bosque cruzando el barranco que viene desde el pueblo para llegar al coche. En todo caso el camino era tan guapo que casi merecía la pena el desvío.


De nuevo en la iglesia, seguimos la carretera que pasa a su lado un km, más o menos, llegamos al faro (cerrado, como siempre) y al cabo. Nuevamente estamos situados sobre la rasa litoral, un centenar de metros sobre el actual nivel del mar, desnivel que se salva en un acantilado vertical.



El track de este paseo por el cabo Busto está disponible en este enlace.

Por último unas palabras y unas imágenes de la playa de la Concha de Artedo. Se accede a ella desde la antigua carretera nacional, tras bajar desde la zona de Cudillero y tomar un desvío muy angulado junto al final de la bajada.


Hemos de dejar el coche en un parking, y desde él disfrutar de un agradable paseo hasta la playa y por ella. La playa se caracteriza por una fuerte barra de grava, que forma una especie de embalse por la parte de tierra. El río Uncín forma aquí una especia de laguna, en la que la vegetación y las aves acuáticas forman un cuadro digno de visitar. Ni siquiera el puente de la autopista logra fastidiar el encanto del lugar.








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